viernes, 30 de enero de 2009

Viernes Curioso: Curiosidades Varias IV

- Aunque parezca mentira, el pelaje del oso polar no es blanco, pues carece de color. Se trata de un efecto óptico producido por las minúsculas burbujas de aire que se esconden bajo su pelaje y que actúan de aislamiento térmico. Estas burbujas de aire dispersan todas las longitudes de onda de forma igual, de modo que la luz del sol dispersada parece blanca.

- En la edad media eran tan frecuentes los envenenamientos que se popularizó la costumbre de chocar las copas al brindar. Así si el uno había puesto veneno en la copa del otro salpicaba en la de él y no se la bebía.


- Poca gente sabe que el gas natural es inodoro, y que para proporcionarle ese olor característico que nos permite detectarlo con facilidad hay que añadirle un potente odorizante. Pero elegir un odorizante para el gas natural no es tarea sencilla, y requiere el trabajo concienzudo de numerosos especialistas que, como si se tratara de un carísimo perfume, investigan con distintas sustancias para encontrar la fórmula más adecuada


- Antiguamente muchos marineros no sabían nadar. Era costumbre que se dejaran el pelo largo para que si caían a la mar los agarraran "por los pelos" para salvarlos. De aquí vienen el orígen de esta tan conocida expresión.

- Resulta que San Francisco de Asís era el "Pater Comunitatis", es decir, el padre de la comunidad de hermanos o prior. Si tomamos la primera sílaba de cada palabra tenemos el famoso Pa Co.

- La llamada de socorro S.O.S. corresponde a las iniciales de Save Our Souls (Salvad Nuestras Almas), y se hizo famosa porque la emplearon los pasajeros del Titanic en su hundimiento. Pedían que se salvasen sus almas porque todo lo demás estaba perdido. Esta señal es muy fácil de transmitir por morse: tres puntos, tres rayas y tres puntos de nuevo.


- En la antigüedad se creía que las personas poseían malos espíritus en su interior. De esta forma, cuando se estornudaba se pensaban que los expulsaban, para que el cuerpo quedase en calma se decía Jesús. De ahí el sobrenombre.

- Antiguamente, cuando existían los grandes carruajes con tiros de muchos caballos, los cocheros, al lanzar látigo, no sólo alcanzaron, sino que mataron, a algunos de los pasajeros del coche que venía en dirección contraria, cada uno por su derecha, y eso hizo que se estudiara una fórmula para resolver el problema. La solución fue que, yendo por la izquierda, el látigo no daba a nadie y de ahi que los ingleses conduzcan por la izquierda.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Como molan los vierens *_*